Hoy en día, cuando hablamos de medios de vida y cambio climático nos referimos a la pérdida de capacidades de las comunidades vulnerables; sin embargo, en muchos casos es necesario profundizar en cómo afrontar la problemática de la crisis climática, las funciones y los servicios que los bosques les proveen, y buscar proponer posibles líneas de abordaje para emprender un análisis reflexivo en función de los capitales de las comunidades ante la vulnerabilidad climática, y más aún cuando todavía la gran mayoría de esta población basa su seguridad alimentaria en la caza y recolección de los recursos naturales dada su relación vivencial con el bosque.
El Chaco Paraguayo o Región Occidental de acuerdo al estudio elaborado por el Centro de Conocimiento del Gran Chaco Americano (REGATTA/PNUMA, 2013) presenta una vulnerabilidad medio alta a muy alta para las próximas tres décadas, lo que la convierte en una región donde se deben realizar medidas de adaptación al cambio climático, basadas en ecosistemas.
Gran parte de la amenaza del cambio climático radica en la variación de los ciclos hidrológicos y regímenes de lluvias, la intensidad y la frecuencia de eventos climatológicos extremos (sequías e inundaciones) cada vez más graves a medida que sube la temperatura en la región y el mundo. Ello impacta directamente a las poblaciones humanas, al incrementar el riesgo sobre sus medios de sustento, su salud, seguridad y su vulnerabilidad ante estas amenazas. Las opciones y los objetivos de ordenación de los ecosistemas para evaluar los diversos recursos ecosistémicos, sus funciones y servicios que proporcionan y las posibles compensaciones que pueden surgir de ellos, como parte de una gestión integrada de tierras, extensiones de aguas y recursos vivos por la que se promueve la conservación, además de la utilización sostenible de modo equitativo, se deberán considerar cuidadosamente.
De acuerdo a la percepción de la población local, en referencia al clima y medios de vida, se hace imprescindible profundizar en las reflexiones de lo que se debe hacer y el cómo se debe hacer. El presente documento es una aproximación a estas visiones de forma amplia, planteándose interrogantes y un camino a seguir en los debates que puedan permitir aumentar las capacidades y capitales de las comunidades frente a la crisis climática que estamos viviendo, y que de acuerdo a las predicciones irán en aumento, poniendo en peligro a las comunidades más vulnerables, si no logramos unir esfuerzos y visiones.
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